Cargadas nuestras mochilas en el auto de Yoav, salimos a la ruta con destino a Praga. Las autopistas alemanas no tienen límite de velocidad y Yoav estaba apurado, por lo que pusimos 6ta y tardamos bastante poco en salir de Alemania, dado que íbamos a 190 km/h (no más porque el auto todavía tenía puestas las ruedas de invierno, GRACIADIÓ) cada vez que teníamos oportunidad. Los paisajes son tan increíbles como yendo en tren, rodeados de bosques y montañas, pero escuchando radio en alemán.
Expectantes por cruzar la frontera, le pedimos a Yoav que nos avisara unos kilómetros antes para prepararnos, pero la verdad no sé qué esperábamos, dado que fue simplemente continuar manejando por la ruta como un tramo más. Un cartel que vimos pasar a toda velocidad decía “Tschechische Republik 1km”… y un kilómetro después los carteles dejaron de estar en alemán para estar en checo.
Nota de Lau: en ese momento de golpe tuve la sensación que la comunicación iba a ser más difícil, porque no entendía nada del checo, unos minutos después me di cuenta que desde
Leandro López
15 chapters
16 Apr 2020
May 08, 2015
Cargadas nuestras mochilas en el auto de Yoav, salimos a la ruta con destino a Praga. Las autopistas alemanas no tienen límite de velocidad y Yoav estaba apurado, por lo que pusimos 6ta y tardamos bastante poco en salir de Alemania, dado que íbamos a 190 km/h (no más porque el auto todavía tenía puestas las ruedas de invierno, GRACIADIÓ) cada vez que teníamos oportunidad. Los paisajes son tan increíbles como yendo en tren, rodeados de bosques y montañas, pero escuchando radio en alemán.
Expectantes por cruzar la frontera, le pedimos a Yoav que nos avisara unos kilómetros antes para prepararnos, pero la verdad no sé qué esperábamos, dado que fue simplemente continuar manejando por la ruta como un tramo más. Un cartel que vimos pasar a toda velocidad decía “Tschechische Republik 1km”… y un kilómetro después los carteles dejaron de estar en alemán para estar en checo.
Nota de Lau: en ese momento de golpe tuve la sensación que la comunicación iba a ser más difícil, porque no entendía nada del checo, unos minutos después me di cuenta que desde
hace una semana que no entendía nada.
Y eso fue todo lo que sucedió al cruzar la frontera: no hay peajes, no hay controles donde te pidan pasaporte y permisos y nada, simplemente hay que recordar que ahora sí hay límite de velocidad, aunque eso solamente modificó apenas la velocidad.
Una hora más de conducción por las rutas checas nos llevó hasta Praga, donde Yoav nos dejó en el departamento que alquilamos, y de ahí en más comienza otra historia en una ciudad salida de un cuento.
Create your own travel blog in one step
Share with friends and family to follow your journey
Easy set up, no technical knowledge needed and unlimited storage!